Se fue sin más...

Noah aparca el coche cerca de la escena del crimen, baja del coche y sin que le de tiempo a cerrar la puerta, le lleva un mail de Mr. X a su iPhone, lo abre.

Espero que descubras que demonios ha pasado, porque tenemos a los de asuntos internos pegados al culo. No aparezcas por aquí hasta que sepamos que ha pasado exactamente.

Da un portazo, guarda el teléfono en el bolsillo interior de su chaqueta y se dirige donde esta la zona de acordonada.
- Buenos días, ¿qué ha pasado? - pregunto Noah sin quitarse aún las gafas de sol
- No sabemos aún, sólo hay un montón de ropa, y el cristal del escaparate roto.
- Pero esto lleva pasando hace meses, y aún no sabemos nada..,
- Lo sabemos pero no podemos sacar nada en claro
- Pues tenemos que hacerlo.

2 horas más tarde
Entra en su apartamento, se quita los zapatos y los deja en la entrada, se desafloja la corbata, y se deja caer en el sofá. Cierra los ojos y se masajea las sienes de la cabeza para ver si se le pasa la horrible migraña que tiene en ese momento y que no le deja pensar con claridad. Suena el teléfono, pero no hace amago de levantarse para cogerlo, deja que suene hasta que salta el contestador.

¿Qué demonios ha pasado? ¿Por qué no estas aquí? Han encontrado otro montón de ropa cerca de una boca de metro del centro. Mueve tu culo hasta aquí, porque tenemos un testigo.

Se levanta del sillón, respirá hondo y sale de casa sin chaqueta, sin colocarse el nudo de la corbata y con unas ojeras considerables. Se monta en el coche con desgana y se dirigé a la comisaría.
Cruza el pasillo raudamente y entra sin llamar en el despacho de Mr. X
- Hombre Sr. Brass al fin se digna a aparecer
- Me dijo que no viniera hasta que no tuviera el caso resuelto.
- Pero tenemos una testigo, esta esperándote en tu mesa.
Noah no contesta, sale del despacho y cierra la puerta tras de sí. Se dirige a su mesa que esta a escasos metros del despacho de Mr. X. Ve a una chica de cabello rojizo y muy atractiva sentada en una silla al lado de su mesa.
- Buenas tardes - dice Noah
- Buenas tardes detective Brass - dice la chica extendiendo su mano, Noah la estrecha.
- Llámeme Noah, así que usted vio lo que pasó - dice Noah mientras se sienta en su silla.
- Bueno no exactamente - dice la mujer
- Disculpe, ¿Cómo se llama? - pregunta Noah
- Clare - contesta ella
- Prosiga - dice Noah mientras saca su moleskine y toma nota del nombre de la testigo.
- El hombre que desaparece es mi marido - dice ella lentamente

- ¿Qué? - Noah esta algo desorientado no comprende a que se refiere "Clare" con que su marido desaparece.
- Si le cuento todo, me promete que evitará que la investigación salga adelante
- Bueno... yo no estoy seguro de poder hacer eso - dice Noah
- Entonces me temo que no le contaré nada. - contesta Clare mientras se levanta de la silla.
- Espere, cuénteme todo lo que sepa y trataré de ayudarla.
Clare se sienta de nuevo en la silla.
- Le contaré más o menos la situación pero no estaría de mas que se leyera este libro - Clare se agacha y abre su bolso de él saca una novela de bolsillo algo manoseada, y bastante gruesa - Tome

- La mujer del viajero en el tiempo

- Hace unos años conocimos a una mujer se llamaba Audrey Niffenegger, había visto a Henry desaparecer un par de veces y una de las veces me vió a mi con él por la ciudad, y se puso en contacto con nosotros, le contamos nuestra historia y ella la convirtió en esta maravillosa novela.
- Henry es su marido - afirma Noah mientras lo anota al lado del nombre de su mujer y de la escritora.
- Eso es - dice Clare lentamente - bueno ahora si me permite le contaré a grandes rasgos nuestra historia.
- Adelante - dice Noah acomodándose en su silla.
- Henry padece una enfermedad o algo así, una disfunción genética, que le permite viajar en el tiempo, de manera aleatoria y sin que él pueda tener control sobre esos viajes.
- ¿A que se dedica? - pregunta Noah
- Es bibliotecario
- ¿Y usted?
- Artista - responde Clare con una sonrisa
- Prosiga

- Gracias - asiente y continúa la narración - Nos conocimos gracias a uno de esos viajes, yo tenía 7 años y el unos 38, la verdad es que no lo recuerdo exactamente, le tuve a mi lado durante toda mi adolescencia, teníamos una serie de fechas en las que sabíamos que nos íbamos a encontrar. Pero las fechas eran limitadas y un día dejo de venir a verme al claro que había cerca de mi casa. No me dio datos para encontrarle en el presente, así que tuve que buscarle.
- Como supo donde buscarle - pregunta Noah lleno de curiosidad
- Bueno eso te lo explicará Audrey... así como otras muchas cosas, cuando nos casamos, cuando tenemos hijos toda nuestra vida y algo más que Henry le ha contado a ella y a mi de momento no, porque es algo que él ha visto en sus viajes al futuro.
- No se ha leído la novela entera - dice Noah - no le pica la curiosidad de saber que va a pasar.
- Siempre he tenido esa curiosidad pero Henry me dice que es mejor así.
- ¿Por qué esta la novela tan manoseada entonces? - pregunta Noah
- Porque Henry la adora, se la ha leído infinidad de veces, siempre dice que le apasiona el cariño con el que esta escrita lo perfectamente ordenado que esta todo y como ha sido capaz de transmitir nuestra historia.
- ¿La leerá algún día? - pregunta Noah
- Claro que sí, Henry me ha dicho que de aquí a un año me dejará leerla y sabré que va a pasar en el futuro.
- Algún dato más que nos pueda aportar - pregunta Noah solemnemente
- Nada más... sólo léala y disfrute de nuestra preciosa historia.
- Lo haré, muchas gracias
- A usted por su tiempo - dice Clare levantándose de la silla - ¿Le echará una mano a Henry? - pregunta Clare antes de irse
- Lo haré sin duda. - contestá Noah con una sonrisa.
- Gracias - dice Clare mientras se aleja de la mesa de Noah en dirección a la salida.