Hace frío.Me gusta el título que Craig Thompson pone a esa parte de si mismo que ha decidido dibujar. Dice más de lo que quiere. Mantas... Como aquella que el pequeño Craig compartía con Phil, cuando ambos eran unos chiquillos. U aquella otra Que le regalo Raina.
Nieva.
A cada respiración, una respuesta en forma de cálida nube. Vaho.
Cristales que tienden a empañarse y personas que las veces se protegen con capas de abrigos.
Vulnerables. Casi tiernos siendo frágiles.
Blankets (mantas).
El objeto se transforma en sentimiento, el sentimiento en una historia, la historia se torna vida. No una cualquiera, la de un tal Craig Thompson.
Una vida complicada, que sin quererlo desata más de un pensar. Sorprende con este u aquel sentimiento escondido en un cajón. Sabe, demuestra y corrobora que no es fácil vivir minuto a minuto. Cambiamos, crecemos, tomamos decisiones... algunas lo cambian todo para siempre.
Craig habla, y pinta con unos trazos que están vivos. Pero, ante todo, siente y, con él, cada página leída (que también vivida).
Es absolutamente embriagador en su relato. No necesita mucho, sus personajes son profundos, llegan al lector.
Es de agradecer el trabajo de Craig, sabernos ante su yo adolescente: su familia hipercatólica, su infancia casi dolorosa, la búsqueda de su identidad, su primer amor... Muy delicado, muy sentido, complejo, vivo... real.
Interesante y lo pones muy bien... pero no despierta mucha curiosidad en mí. Aunque nunca se sabe (a veces me dan prontos y cosas que creí que nunca les prestaría atención las acabo devorando xD)
ResponderEliminar@Erga tienes razón, hay libros que nos pasan desapercibidos y que, al final, resultan ser tesoros ^^
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