SINOPSIS
Pierre Antón deja el colegio el día que descubre que la vida no tiene sentido. Se sube a un ciruelo y declama a gritos las
razones por las que nada importa en la vida. Tanto desmoraliza a sus compañeros que deciden apilar objetos esenciales para ellos con el fin de demostrarle que hay cosas que dan sentido a quiénes somos. En su búsqueda arriesgarán parte de sí mismos y descubrirán que sólo al perder algo se aprecia su valor. Pero entonces puede ser demasiado tarde.Normalmente reseño libros en lo que yo llamo "la primera impresión". Me dejo embaucar por la emocionalidad de la primera lectura para narrar lo que han sido las páginas. Hoy no. Nada lleva conmigo dos años, y me he enfrentado a él no sólo en la lectura, también en la relectura.
Una lectura cruel
Nada lleva tras de sí la dudosa estela de haber sido censurado en algunos países (este curioso galardón lo ostentan, entre otras, Dinamarca, Noruega, Francia y Alemania).Yo lo conocí gracias a Página 2 y, siendo juvenil como es este volumen, no pude entender el hecho de casi no encontrar referencias sobre él en la blogesfera.
Supongo que, una vez te sumerges en su lectura, todo tiene explicación.
Janne Teller entra de lleno en la mentalidad de un grupo de jóvenes de 14 años donde no existen barreras. La autora sabe que lo que cuenta llega y traspasa el término cruel en pro de lo necesario de la historia.
Mi pequeño Pierre Anthon
Pierre Anthon está en cada uno de nosotros. En el fondo no es más que la personificación del desaliento, de la nada, de todo lo que nos lleva al no puedo.Pierre Anthon limita, y sus compañeros se empeñan en enseñarle el significado de las cosas. Sin darse cuenta se atreven con el consumismo, pero también con el origen, el patriotismo o la religión, sin olvidarse nunca de la propia inocencia.
Mi pregunta, en mis dos lecturas, siempre era la misma ¿qué haría yo si tuviera que demostrarle a Pierre Anthon que todo tiene sentido?
Esto huele a clásico
No me arrepiento ni un ápice de tener un ejemplar en mi biblioteca. Es de esos que, de vez en cuando, releo.En mi primera lectura sentí que cada palabra me enseñaba algo nuevo, me daba que pensar.
Ahora siento que el aprendizaje está consumado, y que cada palabra releída no es más que el recuerdo constante de la presencia de la nada.
Porque la nada está ahí, tan insistente como Pierre Anthon en su ciruelo... pero también lo están el todo y la vida; las cosas que merecen la pena y el significado. Sobre todo el significado.
Esta es, sin duda, una lectura raruna. La primera vez que lo terminé mi sensación fue de completo desasosiego. Esta segunda, en cambio, he sentido esperanza (aunque, indudablemente la autora ha conseguido removerme por dentro una vez más). Pero, por otra parte, es como debe ser pues pretende llevar bien lejos un mensaje más que claro.
¿Lo conocíais? ¿Os llama la atención?
Me has dejado parada con la reseña. Me suena el libro pero, como dices, no es que se hable mucho de él, así que no lo conocía bien hasta ahora.
ResponderEliminarGracias por hacerme dar cuenta de que NECESITO leerlo. Tengo la sensación de haber descubierto un libro que no me va a dejar indiferente (ya sea para bien o para mal), cosa que últimamente no me pasa demasiado. Gracias <3
El libro es genial
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