El curioso incidente del perro a medianoche (Mark Haddon)

SIPNOSIS

A sus quince años, Christopher conoce las capitales de todos los países del mundo, puede explicar la teoría de la relatividad y recitar los números primos hasta el 7507, pero le cuesta relacionarse con otros seres humanos. Le gustan las listas, los esquemas y la verdad, pero odia el amarillo, el marrón y el contacto físico. Por ejemplo, no le gusta hablar con desconocidos, ni que otras personas le toquen. Le incomoda que le miren fijamente, o que los estados de ánimo de otras personas sean tan complejos. Si bien nunca ha ido solo más allá de la tienda de la esquina. Un perro, por ejemplo, solo puede estar alegre, triste, enfadado o concentrado. Además, los perros son fieles y no dicen mentiras porque no hablan, así que a Christopher le gustan. Por eso, cuando encuentra al perro de su vecina asesinado en el jardín de su casa, decide investigarlo como hacen los personajes de sus novelas favoritas; las policíacas. la noche que el perro de una vecina aparece atravesado por un horcón, Christopher decide iniciar la búsqueda del culpable. Emulando a su admirado Sherlock Holmes - el modelo de detective obsesionado con el análisis de los hechos-, sus pesquisas lo llevarán a acuestionar el sentido común de los adultos que lo rodean y a desvelar algunos secretos familiares que pondrán patas arribas su ordenado y seguro mundo.

Es una novela que no se parece en nada a ninguna otra que haya leído hasta el momento. Me lo regalaron para mi cumpleaños (en diciembre) y hacia tiempo que lo había leído, pero quería que el contenido se fuese diluyendo para poder tenerlo más hondo y respirarlo mejor.

Una lectura para un aprendiz

A medida que avanza el libro, el protagonista nos va acercando a su entorno; habla de sí mismo, de su familia, sus vecinos, sus profesores... relegando la investigación del asesinato que se produce a un segundo plano cuando otros acontecimientos adquieren mayor importancia en su vida. A través de un lenguaje sencillo y fluido, el autor nos acerca al protagonista, un chico con síndrome de Asperger, y nos ayuda a comprenderlo.

Christopher es, sin duda, diferente; pero esa diferencia no debe ser una realidad ajena ante la que podamos cerrar los ojos. El autor nos acerca a un chico que es diferente, en cierta manera, a los demás, pero no por ello capaz de conseguir todo lo que una persona normal tiene al alcance de su mano.
Sin duda este libro nos transporta a una realidad cercana con la que podemos lidiar en cualquier momento de nuestra vida si se tercian las circunstancias. Y nos transmite que no hay nadie, sea como sea y tenga la discapacidad que tenga, que no sea capaz de realizar lo que una persona normal piensa que no puede hacer.

Es un libro que está escrito en primera persona y contado a través de Christopher, con él aprendemos como  es el día a día de un chico con sindrome de Asperger y el de su familia. Conocemos su entorno, como son sus estudios y mil y una cosas que nos maravillarán de estes niños "especiales".

Sin lugar a dudas, la comprensión es la base. 

Debo hacer mencionar a una cosa que me ha llamado mucho la atención de estos niños y es que Christopher  cuenta que cosas les sientan mal a él y a los demás que padecen esta enfermedad y sobretodo porque motivo hacen ciertas cosas (como lo de balancearse hacía adelante y hacia atrás, o no dejar que les toquen).

A ellos ciertas cosas no les gustan, en cambio a una persona normal que no padece esta enfermedad le parece una cosa normal y a veces los que no entendemos porque hacen esas cosas somos nosotros mismos. Muy buen libro para poder comprender a estas personas y poder ayudarles a una mejor adaptación en el día a día de la sociedad.

No hay que pasar por alto la cuestión del misterio en el libro, porque aunque el asesinato del perro no es lo principal de la obra, la investigación de Christopher nos lleva a descubrir algo que ni él mismo comprende.

Concluimos...

En mi opinión, el libro ayuda a comprender a los que padecen esta enfermedad, pero sin dar lástima en absoluto: más bien tiendes a envidiar la inteligencia del protagonista.

El autor, Mark Haddon, nació en Northampton, Inglaterra, en 1963. Tras licenciarse en literatura inglesa en la universidad de Oxford, trabajó con personas que padecían deficiencias físicas o mentales. El libro se ha convertido en un inesperado éxito en todos los países en los que se ha publicado. Ha superado el millón y medio de ejemplares vendidos y ha sido traducido a 35 idiomas.