El ladrón de Orquídeas

Iniciamos nueva sección: Mirando/viendo/admirando, y lo hacemos son una película del año 2002 que se titula Adaptation (por tierras españolas se la bautizó como El ladrón de orquídeas)

¿Cómo se hace una película? ¿Qué es lo que hace falta? Para empezar: un guión. Vale, parece sencillo. Pero ¿y si lo que buscamos es la adaptación de un libro? La cosa se complica, sí, pero si existe una buena historia la adaptación no tendría que ser dificil. Imagina que el encargo va más allá ¿cómo adaptarías un best seller que no cuenta nada, un libro que es, casi en su totalidad, pura reflexión? Este es el problema al que ha de enfrentarse Charlie Kaufman. Este genio del guión se ve envuelto en lo que puede transformar su carrera profesional en un desastre: la adaptación al cine de El ladrón de orquídeas.
Pero si pensabas que por ser esta la sencilla trama ibas a estar ante un argumento más que lineal, te equivocas. El ladrón de orquídeas son tres historias en una:

• por un lado tenemos al pobre e infeliz Kaufman. Un personaje casi torturado por su colapso creativo en particular y por su vida en general. Su don para escribir lo condena a intentar crear una maravilla de un libro que no lo es tanto. Así pues se enfrenta no sólo a la adaptación cinematográfica, sino a la suya propia en un mundo que parece no comprender y que no le comprende. 
• por otro lado nos encontramos a Susan Orlean y su historia. Vemos el porqué decide investigar el robo de unas orquídeas fantasmas por parte de John Laroche y cómo surge la autoría de su libro.
• por último el propio John Laroche tiene mucho que contar. Él es, en esencia, el comienzo de la historia, el ladrón de orquídeas.

Así nos sumergimos en tres submundos en los que abundan los flashbacks una y otra vez pues, todas las historias conforman una sola, tanto por separado como en el momento de su unión. Esta trama es lo que parece: compleja, pero tan bien hilada que todo lo que nos cuenta es de fácil entendimiento y llega a buen puerto. Resulta enrevesada e incluso paradójica e irónica (en especial cuando el guionista narra lo que ya estás viendo). Es una elegante sátira con una parte final demasiado comercial.
Los personajes me han emocionado. A este pack de tres (más uno) por uno no le faltan los sentimentalismos, ni la crueldad y la dureza de un drama reflexivo. Adoro a Charlie Kaufman, adoro como muta y cambia, pues él es adaptacion a un nuevo yo que desconoce. Casi enloquezco con Susan. La perfecta triunfadora, la que todo lo tiene pero no tiene nada, la que muta y se adapta, pero siempre tras el telón de una vida divina. Me gusta el Laroche cruel y fiel a una realidad diferente, sencillo dentro de una vida compleja: sabe lo que quiere y cuando lo quiere, y si deja de quererlo busca algo nuevo, todo un ejemplo de mutación veloz. Y por último Donald, gemelo de Charlie, el perfecto soñador feliz. Ese que parece no enterarse de nada pero que lo consigue todo. Ese que tiene fe en el mundo y que piensa que puede ser un lugar estupendo. Ese que alcanza metas pues es, como él se define, lo que ama y no lo que le ama.
Aunque he visto bastante cine nunca me ha gustado opinar sobre los actores. Lo único que puedo decir es que encajan en sus papeles. Especial mención para Cage por su doble rol.
Conclusión: aunque creo que hay algunas escenas de sexo y algún que otro flashback sin sentido, me ha encantado la gran paranoia tan lograda. Rompe con todo lo que cuenta, se burla de las claves del éxito en post de la libertad, acaba con lo comercial para crear algo único y distinto. Y es tremendamente compleja pero simple.
Y así es como empieza el film:

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Hay alguna idea original en mi cabeza, en mi cabeza calva. Tal vez si fuera más feliz no se me caería el pelo. La vida son dos días, necesito vivirlos al máximo. Hoy es el primer día del resto de mi vida. Soy un tópico ambulante. Tengo que ir al médico a que me vea la pierna. Tengo algo, un bulto. Ha vuelto a llamar el dentista, lo voy dejando, si no dejara las cosas de un día para otro sería más feliz. Me paso el día sin mover este culo de foca. Si no tuviera el culo tan gordo sería más feliz, no tendría que llevar siempre las camisas por fuera… como si engañara a alguien. ¡Foca! Debería a empezar a correr otra vez, ocho kilómetros al día. Pero hacerlo de verdad, o hacer escalada. Tengo que dar un giro a mi vida ¿qué tengo que hacer? Tengo que enamorarme. Tengo que echarme novia. Tengo que leer más, cultivarme... ¿y si aprendiera ruso? yo que sé ¿o aprender un instrumento? Podría aprender chino, sería el guionista que sabe chino y toca el oboe, ¡eso sería brutal! Debería cortarme el pelo al uno, dejar de hacer creer a todos y a mí mismo que tengo una mata de pelo ¡qué ridículo!. Ser auténtico, una persona segura ¿no es eso lo que atrae a las mujeres? Los hombres no tienen que ser atractivos... aunque eso no es verdad, sobretodo hoy en día. Hoy se les exige tanto a los hombres como a las mujeres. ¿Por qué debería creer que tengo que pedir perdón por existir? Quizás sea la química cerebral, quizás es eso lo que me pasa, una alteración química. Todos mis problemas y mi ansiedad podrían deberse a un desequilibrio químico o a una serie de sinapsis defectuosas. Tengo que hacérmelo mirar. Pero seguiré siendo feo. Eso no tiene cura.

Por cierto, olvidé mencionar que Charlie y Donald Kaufman son los guionistas reales de esta película dirigida por Spike Jonze.