Cabe destacar, en primer lugar su estructura: progresiva, para que cualquiera pueda comenzar en el mundo de la repostería; sencilla y profundizando en los temas necesarios para no perderse a la hora de empezar en este tipo de platos. Algunos de los contenidos que considero destacables son todos aquellos referentes a los utensilios de cocina (ya que responden a las necesidades básicas y, además, aconsejan sobre el mantenimiento y materiales de los mismos) así como lo que se relata sobre los ingredientes (como, por ejemplo, un apartado detallado sobre las frutas y las estaciones). Me gustaría resaltar el apartado A cada palabra, un sabor pues creo que resume con eficacia todos los términos básicos empleados en cualquier receta de repostería (en mi caso resolvió mis dudas en cuanto al punto pomada) así como los decálogos del final del libro que considero, simplemente, imprescindibles (Diez recetas para días de fiesta, Diez clásicos de la gastronomía española, Diez propuestas exóticas, Diez recetas ligeramente ligeras y Diez recetas para desayunos y meriendas).
Me ha agradado mucho el hecho de que Eva utilice fruta de temporada ofreciendo gran cantidad de variantes de postres listas para preparar todo el año, y me ha sorprendido bastante que use el helado sin importar la estación (algo que me apuntaré, sobre todo en cuanto al helado de yogur).
Respecto a las recetas debo decir que son lo suficientemente sencillas como para que todos los que nos gusta la cocina podamos elaborarlas sin demasiado trabajo. En mi caso me he decantado por elaborar un batido de vainilla y una cheesecake de chocolate. He de decir que ha sido un éxito entre todos los miembros de mi familia.
Este es un libro fantástico que no debería faltar en ninguna estantería tanto de principiantes como de ya iniciados. La forma de hacer de Eva, sencilla y cercana, personalmente, me gusta mucho, y eso se refleja en el libro. ¡Espero que siga compartiendo y enseñando como hasta ahora!
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