El don, de Alison Croggon

SINOPSIS

Maerad es una esclava que vive en un poblado miserable al que la llevaron siendo una niña. Ella desconoce todavía quien es en realidad. Sólo será consciente de su identidad y del extraordinario destino que le espera cuando Cadvan, uno de los grandes Bardos de Lirigon, dé con Maerad para iniciarla en el largo camino que se abre ante ella. Maerad y su misterioso maestro emprenderán un viaje lleno de peligros e incertidumbres atravesando tierras desconocidas donde las fuerzas de la oscuridad ejercen su poder e imponen un terror sobrenatural.

Mi inmersión en Annar

Creo que soy afortunada por haber viajado junto a Maerad. En primer lugar porque me declaro fan incondicional de la pluma de Alison Croggon, por ser tan mágica como el mundo que ha creado. Da gusto leer algo tan bien escrito.
En segundo lugar, el mundo de Annar, su historia y sus reglas hicieron que me deleitara entre sus páginas. El cómo funciona la magia, las escuelas, los terrenos por los que viajan Cadvan y Maerad. Está muy bien hecho, es coherente y te permite zambullirte sin apenas darte cuenta.

Cautivada por la magia

Si hay algo que me gusta son las magicosas (véase la magia en todo su esplendor). Adoro (con fanfarrias, please) toda la magia que Alison Croggon convierte en letras. El Don de los Bardos es único entre todo lo que he leído (un Habla propia, la pasión por las Artes y la magia que lo tiñe todo). Es peculiar y tiene sus reglas. Estoy encantada con su originalidad. Me parece tan fluída que no deja de sorprenderme.
La señorita Croggon me ha regalado cositas muy interesantes: como los Glumas (malos malísimos), los Espectros, el visionado, los Elidhu, la música...

Los que viven junto a Maerad

Además de las descripciones, el punto fuerte de la novela son los personajes. Me creo a Maerad, y eso me gusta. Está bien definida, y su evolución es palpable a lo largo de la novela.
Cadvan, el otro protagonista indiscutible, está bien trabajado. Quién fue, determina quien es hoy día (y, creedme, es alguien a quien merece la pena descubrir).
Esto puede aplicarse al resto de personajes, como Silvia o Hem, y sus interrelaciones. Se agradece leer a personajes de ficción que rozan lo real.

Un extra de lujo

Creo que es un detalle contar con unas notas al final del libro. A veces este trabajo del escritor es invisible al lector: la historia de su mundo o las leyes en las que se basa su lenguaje. Es un pequeño regalo, que lo hace mejor aún si cabe.