La corte de los espejos, de Concepción Perea

SINOPSIS

TerraLinde, un reino donde las hadas no creen que los humanos existan, una vieja ciudad que fue decisiva durante la Guerra de la Reina Durmiente. Han pasado años desde ese cruento conflicto que dejó tras de sí una paz delicada, una larga lista de rencores y un trono inestable. 
Allí viven Nicasia, una knocker del gremio de ingenieros, y Dujal, un phoka demasiado aficionado al riesgo. Ambos llevan años enzarzados en un pulso de poder en el que Marsias, un apacible sátiro dueño de un burdel, trata de mediar como puede. El asesinato de Manx, tutora de Dujal y compañera de armas de Marsias y Nicasia, los obligará a unirse para encontrar a los culpables. Juntos emprenderán una investigación que los llevará desde los bosques de los centauros hasta las montañas de TocaEstrellas, habitadas por los feroces goblins. Y siempre perseguidos por la larga sombra de la misteriosa Dama RecorreTúneles.

Donde un mágico don...

Concepción Perea nos adentra con magistral pluma en un mundo repleto de hadas. Pero no hay nada de alitas revoltosas o monadas varias, aquí las hadas rebosan lo mejor y lo peor de las emociones humanas: aman, odían, cambian, descubren, guardan secretos... La señorita Perea tiene una fantástico don para crear personajes, para hacerlos "grises" (ni malos ni buenos, sólo movidos por sus circunstancias). Son una delicia.
Y qué decir de las "magicosas"... La novela derrocha originalidad e imaginación por los cuatro costados. Hechizos, medios de transporte de lo más curioso, dones increíbles. Es, sin duda, un estimulante para cualquier lector que busque un nuevo mundo en el que sumergirse, en el que crear y creer.

...puede convertirse en una maldición.

Detrás de toda esta "exquisitez imaginativa" hay un gran pero (y el gran porqué de la puntuación final): el ritmo y la trama. La narración es tan detallista que olvida, el pasado y el presente se mezclan continuamente y prácticamente cada capítulo cambia de personaje-narrador (y, por tanto, de subtrama). Este hecho ha provocado que me distanciara de la novela en más de una ocasión y la dejara reposar.
No me ha atrapado tal y como esperaría de tan bien construidos personajes. Al contrario, me ha resultado lenta y la parte final me ha costado mucho más de lo que debiera.
Para mi gusto contiene demasiada información no necesaria para el desarrollo de la historia. Esto me lleva al punto que el lector acaba sabiendo antes que los propios personajes en más de una ocasión (rompiendo con la intriga, que es lo que verdaderamente podía hacerla interesante).
Tarda demasiado en contar lo que quiere y, desde mi punto de vista, lo que podría darle un giro y recuperar el interés está demasiado espaciado en el tiempo.
Una lástima haber perdido de vista los deseos tanto de la historia como de los personajes así como el ritmo, sobre todo teniendo en cuenta que está maravillosamente escrito.